Conjunto gorro y cuello con búho

Qué ganas tenía de tejer un búho, y no solo tejí uno, sino dos a juego. Es un conjunto de gorro y cuello para los días fríos de invierno.Elegí un color beige para que me combine con muchos colores y poder usarlo un montón de veces. Puede ser un búho urbanita y a la campero.

Gorro

Este es el primer gorro que hice. No sé por qué siempre había pensado que era mas complicado, hasta que hice este gorro. Simplemente es un rectángulo de unos 44 centímetros de ancho por 22 cm.de alto. No se cierran los puntos, yo dejé un trozo de lana lo suficientemente largo, se introduce una aguja de coser lana y se va metiendo la aguja por el medio de los puntos, una vez que ya están todos dentro se aprieta bien la lana para que no quede casi agujero en la parte de arriba del gorro. A continuación se unen las dos partes que quedan, es decir,los dos extremos que faltan para dar forma al gorro.
De esta manera queda el ancho en la mitad de cm. que os dije anteriormente, queda en 22 centímetros.
Yo no puse pompón, pero se puede poner, va en función de gustos.

Conjunto gorro y cuello

Este conjunto de gorro y cuello es un encargo de una amiga que me prometió una foto del resultado final, cómo queda en la percha de verdad, es decir, el polígrafo.
 Son dos prendas muy coquetas y apropiadas para abrigarse en los días crudos de invierno.  Por su apropiado color en crudo, escogido por Paula, que así se llama su dueña, es fácil de combinar con multitud de prendas, espero que le resulte muy cómodo.

Cuello con trenza

Ayer os mostré una pantufla hecha con los restos de una lana utilizada para una labor. Pues esa otra labor es este precioso cuello creado con una lana de colores a punto bobo resaltado con una trenza central. El resultado salta a la vista, es muy calentito, además, como complemento es ideal para combinar por su gran colorido

Zapatilla tejida

Nunca hubiera pensado que era tan fácil a la vez que rápida de hacer una zapatilla tejida a dos agujas.
 Con la lana que me sobró de hacer un cuello decidí probar y en poco más de una hora aquí está, esperando debajo del árbol a que Papá Noel nos deje un regalo.

Bolso hecho con trapillo, combinando dos técnicas, tejer y crochet o comúnmente llamado ganchillo.
Lo que al principio parecía ser un bolso muy normal y muy sencillo se convirtió en todo un éxito del verano, pues la persona que lo adquirió en alguna ocasión se tuvo que parar para la gente observarlo bien para hacer uno igual.
El  tamaño, como bolso de verano, calor, fiestas, vacaciones a lo que iba dedicado era pequeño, para llevar lo esencial sin molestar de peso.

Cuello a punto bobo

Sencillo es el adjetivo que se me ocurre cada vez que veo la foto de este cuello. Cuando lo empecé a tejer me hubiera gustado incrustarle algo que lo caracterizara, que le diera una distinción, pero quien manda es la persona que lo encarga y ella lo quería así, tal cual, y ahora me doy cuenta del acierto.
El punto bobo es el punto básico para aprender a tejer y siempre es un punto elegante a la vez que muy calentito. Sea por lo que sea, su dueña está encantada con este cuello en color gris.

Vestido de punto para niña

Este vestido lo hice en un mes de noviembre a toda velocidad ( dentro de mis posibilidades), porque Carmen estaba al llegar a este mundo.
Por aquel entonces, hace ya dos años, aún no dominaba la máquina de coser, por lo que una amiga se prestó muy amable a coser el faldón del vestido.
Lo que no me dio nada de guerra fue la creación del lazo, que no tiene nada de especial, compré unos centímetros, no recuerdo qué cantidad en color azul eléctrico, y le fui dando unas puntadas allí donde me parecía apropiado.
Ah, las flores rococó también fie las primeras que  bordé buscando tutoriales por internet, así que si yo lo pude hacer tu también.